En pocas semanas entraremos en el tercer año de la pandemia declarada en diciembre de 2019. La pandemia de COVID-19 está lejos de haber finalizado. El virus se ha expandido, en particular en países con un porcentaje significativo de su población inmuno-deprimida por el VIH, y ha generado nuevas variantes como la ómicron, que deben ser vigiladas y controladas.
No obstante, de un año a esta parte, es indudable que se han logrado avances. Contamos con vacunas de efectividad probada, la gran mayoría de la población de nuestro país se ha vacunado, y disponemos de nuevos tratamientos farmacológicos. También han llegado procedimientos con los que hacer frente a la pandemia y reducir las cifras de hospitalizaciones y fallecidos. La situación actual, por tanto, permiten mirar con cierto optimismo el año que comienza.
Durante 2021 hemos visto cómo la pandemia ha acelerado años el avance de la medicina digital. Pero, por otra parte, también hemos visto algunos de los riesgos de avanzar sin una base sólida. La salud digital no será posible sin un entorno seguro y protegido de la ciberdelincuencia, en particular ahora que la computación cuántica ya está aquí. La computación cuántica llegará a medio plazo al entorno sanitario, con las ventajas inmensas pero también los riesgos que ello implica. La medicina digital, para que sea viable, debe asentarse en cuatro pilares fundamentales: ciberseguridad, nuevas aplicaciones, inteligencia artificial y big data, y un marco legal y jurídico adecuado.
Sin más, solo nos queda desearos unas felices fiestas y que 2022 sea un año repleto de éxitos y retos superados.
Jaime del Barrio
Presidente de la Asociación Salud Digital