En breve la ASD cumplirá diez años. Es hora de hacer un poco de balance. Es el momento de ver lo que se ha hecho, y lo que falta por hacer. En una entrevista publicada en Executive Forecast, he abordado estas y otras cuestiones.
La ASD fue creada hace casi diez años debido a que la transformación digital avanzaba mucho menos rápido en la salud que en otros sectores punteros. El objetivo de la asociación: hacer avanzar, guiar la transformación digital en el sector sanitario. Una década más tarde, hemos avanzado mucho, pero podemos afirmar que los objetivos que nos reunieron siguen vigentes. Es decir, seguimos a la zaga de otros sectores. Esto resulta paradójico, pues el cuerpo humano, como han sabido ver las empresas tecnológicas, es el mayor generador de datos. La sanidad es un servicio que usa toda la población y durante toda su vida. Con todo, cabe apuntar que en 2023 hemos sido testigos de una cierta aceleración, de la mano de la Inteligencia Artificial. Ha habido un crecimiento exponencial de aplicaciones en soluciones digitales de salud, lo cual supone un cambio muy significativo.
Entidades como la ASD siguen siendo muy necesarias: el sector va por detrás, pero si podemos superar las barreras culturales, la resistencia al cambio y lograr una digitalización basada en evidencias científicas y criterios éticos y legales sólidos, las capacidades tecnológicas nos permitirán avanzar y hacer frente a los muchos retos a los que nos enfrentamos.
Entre nuestros logros, me gustaría destacar que hemos unido los conceptos de valor y salud digital. Hemos aunado ambos en el concepto de Salud Digital Basada en Valor (SDBV). También estamos trabajando en un nuevo grupo de trabajo sobre Salud Mental Digital. La salud mental sigue sin recibir una atención correcta. Pese a que la demanda ha aumentado, la oferta disminuye: cada vez hay menos psicólogos y psiquiatras. Las patologías mentales no dejarán de aumentar en los próximos años y una posible ayuda es la teleconsulta. Nuestra labor didáctica también es importante. Sigue siendo necesario «evangelizar» al sector sanitario, y en esto los congresos, seminarios y eventos como la semana de la salud digital cumplen una importante función.
En este sentido, en la semana de la salud abordamos una serie de retos actuales de la tecnología y la IA en salud. La IA ya es una realidad que traerá cambios en cuestión de meses, no de años. La OMS ha reportado que los próximos 15 años serán necesarios 18 millones de profesionales sanitarios. Es imposible cubrir esa cifra, por lo que debemos confiar en la IA para la toma de decisiones médicas. La salud digital es un concepto global rompedor. No tiene barreras. Por otra parte, la IA requiere de especialistas, pero en esto la sanidad compite con otros sectores: las grandes tecnológicas se llevan a los mejores talentos, lo cual dificulta su contratación.
Finalmente, otro de los grandes retos es pensar a largo plazo, y tener en cuenta la estrategia, no solo la táctica. Es necesario establecer alianzas estratégicas con todos los sectores para encontrar soluciones. Tal y como señalo en la entrevista, somos muy buenos desarrollando tácticas y herramientas, y no tan buenos en las estrategias. La misión de los equipos directivos es desarrollar estrategias, pero en general solemos centrarnos más en la táctica al corto plazo, en el día a día, que en las estrategias. Debemos analizar las ineficiencias del sistema, escuchar a todos los sectores implicados, y consensuar una estrategia. Es el único modo de afrontar los retos de la próxima década.