En las mesas de la sesión de tarde de la IX Jornada de Salud Digital, se abordaron otros aspectos, no menos fundamentales de la aplicación de la Inteligencia Artificial en la salud. La aplicación práctica, con algunos ejemplos concretos, y, no menos importantes, el marco legal y ético.
Machine Learning para acelerar la investigación biomédica
En su conferencia magistral para la IX Jornada de Salud Digital, el profesor Fernando Vidal-Vanaclocha remarcó que las reglas de juego de la investigación médica, por así decirlo, han cambiado. Gracias a la Inteligencia Artificial y a otras nuevas tecnologías, podremos avanzar hacia la mejora del diagnóstico de la enfermedad. A día de hoy, la metástasis sigue siendo mortal. Estamos en el siglo XXI, todavía no hemos curado la metástasis del cáncer. La curación de la metástasis, «debe ser uno de los objetivos del siglo». Con la tecnología disponible hasta ahora, no hemos podido detenerla. Aun más importante: no sabemos en quién se manifiesta, y en quién no, la enfermedad metastásica oculta, y por qué. La nueva tecnología nos permite avanzar en este aspecto.
El reto de la transición a la práctica clínica
El profesor Vidal-Vanaclocha detalló el desarrollo que se está haciendo en la actualidad de un sistema de machine learning para la detección precoz de la metástasis. En este sentido, afirmó, «Ya tenemos un patrón de referencia génica metastásica». Ahora están en la fase de matematización de imágenes de pacientes, y, en tres años «llegaremos a la correlación transcripcional pro-metastásica del hígado». El día que esto llegue, «se hará de forma automática» lo cual supondrá una gran mejora del pronóstico. Podremos determinar con una probabilidad elevada quién desarrollará metástasis, y quién no, aun cuando tenga las condiciones favorables para ello. En su conclusión, el profesor Vidal-Vanaclocha insistió en que en la transición hacia la Inteligencia Artificial en salud, «hay un reto educacional muy importante.»
De la teoría a la práctica
En este sentido, también insistieron los participantes de la mesa redonda La IA en el diagnóstico biomédico. ¿Cómo hacer que la IA impacte en la práctica médica? El ejemplo, insistieron los ponentes, es la mejor forma. La aportación del paciente también será fundamental. «Va a ser el paciente el que inicie este proceso de cambio», subrayó Álvaro León Camacho. Si se dan las herramientas necesarias, los clientes mismos «van a pedir una nueva forma de relacionarse con los modelos asistenciales». Por su parte, María Oyarzabal comentó que la clave para el uso de la IA de forma habitual e integrada sin fisuras en el flujo clínico es la figura de un «orquestador de IA», similar al del director de orquesta. Este debe ser capaz de tomar la información, extraer lo que hace falta, y trasladarlo a la institución sanitaria.
Las ponentes de la mesa 5, Aspectos éticos y legales. De izquierda a derecha: Inmaculada Castelló (moderadora), Lorena Pérez Campillo, Ana Miquel Gómez y Mª del Pilar Nicolás.
La importancia del dato
La IA nos permitirá usar más y mejor datos que ahora se pierden. Por ejemplo, la información que se pone en los textos de libre respuesta. Se estima que un paciente, a lo largo de su vida, genera 1 millón de Gigabites de datos sanitarios. Por otra parte, los datos sanitarios están creciendo una tasa anual del 36%. La IA nos permitirá explotar a fondo estos datos para una mejora del diagnóstico y pronóstico, siempre y cuando, eso sí, sea dato de calidad. El principal problema no es generar datos. Es la forma en que se estructuran. Cómo se almacena. En este sentido, la nueva normativa legal aprobada por el parlamento europeo nos permitirá interconectarlo. El espacio europeo de datos, afirma Carlos Tarín, «nos permitirá reducir generación y duplicación de datos».
Es más, el reglamento europeo presenta una serie de ventajas para España. En nuestro país tenemos una legislación previa que ya es protectora, mucho más que otras legislaciones comparables de otros países de Europa. Por otra parte, la nueva normativa nos obligará a utilizar datos normalizados. Esto, insiste Ana Miquel Gómez, «es buenísimo. Cuanto se consiga, se podrá disparar la investigación y la innovación.» La clave para que esto salga bien, concluyó, «es aprender a colaborar entre todos. Si todos colaboramos y somos generosos, el espacio europeo de datos saldrá adelante».