«El futuro de la salud es digital». Aunque lo suscribamos por completo, este titular no es nuestro. Es una frase del Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus. No obstante, como también apuntó el director general, «para hacerlo realidad necesitamos recursos y colaboración (…) Pedimos a gobiernos, asociados y donantes que se unan, inviertan estratégicamente y garanticen que estas innovaciones que salvan vidas beneficien a quienes más las necesitan».
El Dr. Ghebreyesus pronunció estas palabras durante la presentación del informe Going digital for noncommunicable diseases: the case for action una colaboración conjunta de la OMS y la UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones). Entre sus argumentos a favor de la salud digital, nos gustaría remarcar lo siguiente. Una inversión de 0,24 dólares estadounidenses por paciente y año en intervenciones de salud digital (telemedicina, mensajería, inteligencia artificial, modelos de lenguaje) podría contribuir a salvar la vida de más de dos millones de personas en todo el mundo en riesgo de contraer enfermedades no transmisibles. Numerosas enfermedades no transmisibles como los trastornos cardiovasculares, el cáncer, la diabetes o las afecciones crónicas del sistema respiratorio pueden prevenirse. Las intervenciones de salud digital ayudan a prevenirlas y a curarlas gracias, entre otros factores, al diagnóstico temprano.
La Iniciativa Global de Salud Digital
Según el informe, todavía queda mucho por hacer por integrar las tecnologías de salud digital en los sistemas sanitarios del mundo. Pese a que el sistema nacional de salud figura en el pelotón de cabeza de la digitalización de la salud dentro de la Unión Europea, en muchos casos todavía no se ha iniciado el proceso de integración de las nuevas tecnologías en las infraestructuras de salud existentes. El informe conjunto de la OMS y la UTI pide a los países que inviertan en infraestructuras digitales, además de promover la normativa e interoperabilidad necesaria para aprovechar a fondo las posibilidades de la salud digital. Este informe se enmarca dentro de la Iniciativa Global de Salud Digital. Se trata de una red de organizaciones, instituciones y agencias gubernamentales dedicadas a apoyar de forma activa la transformación digital de los sistemas de salud de todo el planeta.
Las conclusiones de este informe vienen a ratificar las líneas en las que venimos insistiendo desde hace años. Consideramos que los recursos digitales pueden ayudar a superar los obstáculos que impiden recibir atención médica óptima (como se comentó en la reciente semana de salud digital, en España «el principal dato que define la esperanza de vida es el código postal»). La correcta implementación de la salud digital ayudará a la diseminación de conocimientos y recursos por toda la red de atención sanitaria, lo cual, entre otros muchos efectos positivos, mejorará la calidad de la atención médica prestada.