Perfiles profesionales para la Inteligencia Artificial en Salud

Transformación digital en la salud española

En su tribuna para Gaceta Médica, Nina Bosch, Jaime del Barrio y Óscar García-Velasco reflexionan sobre los perfiles profesionales imprescindibles para la correcta y juiciosa implementación de la Inteligencia Artificial en salud.

Una nueva revolución

La inteligencia artificial es una nueva revolución. Supone un cambio de paradigma, de una importancia comparable, y tal vez superior, a las revoluciones tecnológicas del carbón en el XIX, el gas y el petróleo de finales del XIX, o Internet a comienzos del presente siglo. En relación a la investigación médica, fue también en esos años cuando se culminó la secuenciación del genoma humano. Este abrió el camino a la medicina personalizada de precisión, que, veinte años después, comienza a ser hoy una realidad gracias, en parte, a los avances en inteligencia artificial y otras nuevas tecnologías.

Aunque la revolución de la IA comparte parecidos con las anteriores, tiene elementos que la hacen diferente. Estas serían su globalización, desarrollo exponencial y rompedor, así como la atención por su sostenibilidad social, ambiental y económico-financiera. La plena implementación de tales avances en el campo de la salud requerirá un nuevo perfil de profesional sanitario. En particular, para liderar este cambio se hace necesaria la nueva figura del CAIO: Chief Artificial Intelligence Officer, o director de inteligencia artificial.

La figura del Director de Inteligencia Artificial

La aplicación correcta y juiciosa de la IA en la atención médica requiere de este tipo de perfiles profesionales. Se trata de un perfil que requiere cuatro cualidades fundamentales:

·         Pasión por la innovación. Conocimiento de los últimos avances y tendencias, a nivel técnico, legislativo y empresarial.

·         Excelente capacidad comunicativa y de gestión de personal. Debe ser capaz de transmitir conceptos técnicos complejos a personas no especializadas.

·         Visión estratégica. Ha de poder combinar la nueva tecnología con los objetivos y prioridades organizacionales.

·         Autoridad moral. Debe tener un profundo conocimiento de las normativas y consideraciones éticas de seguridad, sostenibilidad, diversidad e inclusión.