Con ocasión del VII ENCUENTRO ASEFARMA, el podcast de Asefarma ha publicado en su canal de Youtube una interesante entrevista a Jaime del Barrio, presidente de la Asociación, en la que presenta una serie de útiles reflexiones sobre el presente y el futuro de la salud digital. En particular aborda las oportunidades y posibles riesgos del futuro, que, insiste Jaime, va a experimentar cambios radicales en tres-cinco años.
Salud y nuevas tecnologías
La primera cuestión abordada en la entrevista es el porqué la salud no ha dado el salto tecnológico. La banca, el consumo, viajes, turismo, todos han aprovechado estas nuevas tecnologías desde hace veinte, treinta años incluso. ¿Por qué la salud no? El cambio es inevitable, y si los actores implicados no toman las riendas, nos vendrá dado, lo cual no dejará en una posición subordinada y dependiente en el mejor de los casos.
Otra de las cuestiones abordadas es el impacto de la pandemia en el cambio digital ¿La pandemia ha marcado un antes y un después? Jaime comenta que sí, que ha marcado un antes y un después, pero no ha traído el cambio que esperábamos. Esto se debe a que todavía arrastramos problemas estructurales. El 40 por ciento de lo que hacemos (procesos, procedimientos, tecnología) es INEFICIENTE. Lo tenemos que hacer mejor, y las soluciones digitales vienen a ayudar. Ahora se habla de IA, pero, antes de eso, hay que automatizar procesos, identificar problemas. Hay una serie de avances escalonados antes de llegar a la aplicación de la IA.
Ritmo de cambio acelerado
El ritmo de cambio se ha acelerado los dos últimos años. De hecho, ya no somos capaces ni de visualizar más allá de 3-5 años. No sabemos cómo será el modelo de atención sanitaria, ni el modelo de investigación y desarrollo de nuevos medicamentos. Sabemos que esto ha cambiado, y está cambiando, a toda velocidad. Pero, ¿a dónde nos va a llevar? Tenemos muchos interrogantes. No solo cómo se va a hacer, sino también desde el punto de vista ético, legal, ciberseguridad… En estos mismos momentos, las grandes tecnológicas están tratando de hacerse con el acceso a la información para convertirla en valor, en beneficio. Y la mayor reserva de datos está en nuestra salud. Un cuerpo humano es un reservorio de datos. Información que, a su vez, es extraordinariamente sensible desde un punto de vista legal y ético. Va a ser muy complicado regular todo esto, o, en palabras del presidente de la ASD, «poner puertas al campo».
En este sentido, cabe observar que no hay marcha atrás. La IA puede, debe, y es más, es la única solución para hacer sostenible todo esto. Con el envejecimiento poblacional y la cronificación de enfermedades, más población tiene que recibir atención médica durante más tiempo. Tenemos que cubrir esta demanda sabiendo que va a haber menos profesionales sanitarios. Para lograrlo, debemos recurrir a un aliado estratégico, que no es otro que la Inteligencia Artificial.
Visión a tres-cinco años
¿Cómo será la salud antes de que finalice la década? Podemos apuntar algunas tendencias. La evaluación, por ejemplo, es una de las ventajas más potentes de la IA y las tecnologías emergentes. En 3-5 años estaremos en condiciones de conocer mejor que nunca el estado de salud, individual y colectivo, sabremos mejor qué retos tenemos por delante.
Necesitamos más inversión, pero no para reforzar la ineficiencia. Es necesario que los actores de la sanidad, gestores, profesionales, médicos, farmacéuticos, pacientes, lideremos este cambio. Que no nos venga dado por las grandes tecnológicas, que están invirtiendo enormes recursos de capital financiero y humano en lograr este objetivo.
La entrevista completa en el podcast de Asefarma: