El pasado 11 de febrero, tuvo lugar la X Jornada ASD, donde, un año más, pudimos conversar con las personas que están dirigiendo y definiendo hacia dónde va la Salud Digital. Uno de los aspectos clave que se abordaron fue la cuestión de la interoperabilidad y conectividad de los datos. Un dato de calidad, accesible e interconectado es clave para la correcta implementación de la salud digital.
La Estrategia de Salud Digital
En el marco de la jornada, se habló de la necesidad de interoperabilidad y conectividad de los datos sanitarios, y de la labor que está haciendo en este sentido la estrategia de salud digital. En la conferencia inaugural y en las mesas, vimos dónde estamos en la implementación de esta estrategia, en qué estamos por delante del resto de países de la Unión, y cuál es la hoja de ruta que nos espera. A propósito de esta estrategia, Jaime del Barrio, presidente de ASD, considera que puede ser un «vehículo aglutinador» entre los diversos sistemas de salud autonómicos y el ministerio de salud, y abundó en la necesidad de avanzar en la interoperabilidad y la conectividad.
Han de ser los datos, no las personas, las que se desplacen
Tal y como indica la propia estrategia de salud digital, debe crearse «una base de datos perfectamente utilizable por todo el SNS». Han de ser los datos, no las personas, las que se desplacen. A tal fin, debemos avanzar en la interoperabilidad, tanto a nivel autonómico como de toda la Unión Europea. A juicio del presidente de la ASD, 2025 será un año clave para la coordinación de todos los estados de la Unión en la evaluación común de tecnologías sanitarias. El objetivo: evitar que cada país «haga una legislación diferente.»
El Espacio Europeo de Datos Sanitarios, aprobado en 2024, debe permitir que todas las personas tengan acceso inmediato, fácil y seguro a sus datos clínicos. Estos datos pueden estar a disposición de los profesionales médicos (conectividad) para una mejor atención sanitaria y una optimización de recursos. El objetivo secundario del espacio europeo es el establecimiento de un sistema coherente, fiable y eficiente para la utilización de estos datos sanitarios en actividades de investigación, innovación, entre otros.
Interoperabilidad, conectividad y calidad del dato
Un correcto desarrollo del historial clínico digital, así como su interoperabilidad entre los diversos sistemas de salud, tiene numerosas posibilidades. Podría, por ejemplo, optimizar diagnósticos y tratamientos. También podría mejorar la gestión de los centros médicos, optimizar recursos y evitar duplicación de pruebas. Aunque, todavía existe «un amplio margen de mejora», lo cierto es que España figura entre los países punteros de la Unión Europea.
«La IA nos va a impulsar hacia adelante, pero la sabiduría garantiza que nos dirijamos en la dirección correcta»
En este sentido, Jaime del Barrio señaló que la salud digital servirá de elemento cohesionador de los sistemas de salud autonómicos. A propósito de la interoperabilidad, según Federico Linares, presidente de EY y presidente de DigitalES, la Organización Mundial de la Salud estima que si los sistemas autonómicos pudieran leer los datos de sus pacientes, la mejora de la eficiencia «sería del 40 por ciento». Para ello, no obstante, es necesario insistir en la calidad del dato. En función de la calidad de estos, la Inteligencia Artificial nos ofrecerá mejores o peores respuestas. De hecho, según el informe ECRI, una IA «mal alimentada» es el principal riesgo tecnológico de 2025. Como apuntó Emilio Rico, security advisor en TRC, «Cuando no hay información suficiente, la IA se la va a inventar». Esto, en un campo tan delicado como la sanidad, constituye un grave peligro. Si este proceso no se hace de un modo correcto, el algoritmo puede ser incluso perjudicial. En palabras de Emilio Rico, «La IA nos va a impulsar hacia adelante, pero la sabiduría garantiza que nos dirijamos en la dirección correcta».