Las tecnologías de la salud digital tuvieron un papel protagonista en el Mobile World Congress 2025 que se celebró en Barcelona a comienzos de marzo. La Inteligencia Artificial, además de ser un elemento rompedor en sí mismo, está sirviendo para potenciar y acelerar la eficacia de otros dispositivos médicos digitales. La IA es lo que podríamos llamar un «multiplicador de fuerzas». Hemos podido ver varios ejemplos prácticos en el MWC 2025.
La IA potencia otras tecnologías digitales
Vimos, por ejemplo, un dispositivo que permite detectar de manera precoz y no invasiva la ateriosclererosis. Esta tecnología, diseñada por la empresa española Horus ML, identifica la acumulación de colesterol arterial mediante un escaneado de la retina en pacientes de 35 a 50 años. La tecnología utiliza imágenes diagnósticas que identifican la acumulación de colesterol. Es aquí donde entra en juego la Inteligencia Artificial: las imágenes diagnósticas se han empleado para crear un modelo de IA que identifica este problema. En consecuencia, el dispositivo reduce el tiempo de diagnóstico, reduce los ingresos hospitalarios y la tasa de mortalidad.
El uso de tecnología óptica combinada con IA permite la detección precoz de las cataratas. El dispositivo CatEye, desarrollado por Telefónica y Edgendria Innovación, determina la necesidad de intervención quirúrgica en cataratas. Se trata de una plataforma óptica de tamaño reducido y fácil de transportar. Esta cuenta con una cámara específica, que, de forma autónoma y sin necesidad de intervención especializada, fotografía ambos ojos y lo transmite por 5G a un modelo de inteligencia artificial. Este analiza las fotografías y determina si el paciente debe ser intervenido de cataratas. También en este caso, la aplicación de la IA reduce aún más el tiempo que requiere el profesional oftalmólogo. Lo cual, si se aplica de forma correcta, redunda en más tiempo de calidad del profesional médico con el paciente.
PointCheck es otra tecnología basada en la suma de 5G, edge computing e Inteligencia Artificial. Desarrollada por la startup Leuko, esta tecnología no invasiva monitoriza los niveles de glóbulos blancos en pacientes oncológicos mediante una simple captura de vídeo de la sangre de los capilares del dedo anular del enfermo. El modelo de IA determina si el paciente sufre neutropenia severa, o niveles peligrosamente bajos de glóbulos blancos, lo cual ayuda a los profesionales a tomar medidas preventivas.
Cómo implementar esta tecnología
Estos son solo tres ejemplos de la multitud de nuevas tecnologías que, en combinación con la IA y otros avances como el 5G, el machine learning, la robótica, la telemedicina y la supercomputación, están cambiando de un modo radical y acelerado la tecnología sanitaria. Desde cunas que detectan de forma no invasiva infecciones graves como la meningitis, a piruletas inteligentes que identifican biomarcadores de trastornos infantiles. Las posibilidades son inmensas y su sola mención requeriría varias entradas de este blog.
Los dispositivos mencionados tienen todos en común el uso de la tecnología para lograr diagnósticos más rápidos y menos invasivos. Esto reduce el tiempo necesario para el diagnóstico, ahorra trabajo a los profesionales sanitarios, y en consecuencia permite avanzar hacia una mejora proactiva del tratamiento médico. Con todo, en las diversas conferencias del congreso también se abordó una cuestión que hemos tratado en nuestras jornadas de ASD. Es decir, cómo implementar esta nueva tecnología para garantizar un acceso equitativo, seguro y efectivo en los sistemas de salud públicos y privados. La integración de los profesionales sanitarios en la salud digital es un elemento clave para asegurar una aplicación correcta, segura y ética.
En este sentido, Julio Mayol, colaborador habitual de ASD, participó en una mesa redonda del MWC sobre el horizonte regulatorio y ético (Shaping the future: delving into the regulatory and ethical horizon). En la mesa redonda se habló de la necesidad de implementar de un modo efectivo y equitativo toda esta nueva tecnología. Ha de ponerse el foco, insistió el Dr. Mayol, en utilizar la tecnología en la prevención de errores y en hacer la medicina más humana. Los sistemas de salud del futuro deben basar sus parámetros de eficiencia en el valor añadido a la calidad de vida y a la seguridad del paciente.
El avance tecnológico está ahí, y es imparable. Su implementación equitativa y eficiente dependerá de los actores públicos y privados, de pacientes y profesionales sanitarios.